Las ocho edades del hombre.
Lactancia surge como virtud la esperanza, que proviene de la lucha entre confianza básica versus desconfianza básica. El signo de que el bebé confía es que come bien, duerme bien y evacúa bien. Aprende a confiar desde el cuidado solícito de su madre que responde a sus necesidades vitales, y también desde su propia capacidad de recibir. También aprende vitalmente que es querido, que sus padres velan por él. "Al obtener lo que se le da y al aprender a obtener que alguien le dé lo que desea, el niño desarrolla también el fundamento adaptativo necesario para que algún día logre ser un dador
Primera infancia ( o niñez temprana ) el combate es entre autonomía vs. ver-güenza y duda. Las virtudes resultantes son el autocontrol y la voluntad rudimentaria. La maduración muscular posibilita el manejo de dos modalidades sociales :aferrar o entregar; retener o soltar, que tiene incidencia sobre el ambiente y que puede conducir a actitudes hostiles o bondadosas.
La edad del juego o años preescolares : la antítesis entre la iniciativa y la culpa alcanza su mayor intensidad. Si se sale victorioso de esa etapa queda la virtud de la finalidad o pro-pósito. En esta etapa llama la atención el placer que le produce al niño participar en distintas actividades, inclusive tomar algunas iniciativas, sobre todo para la conquista de lo deseado. Está ávidamente dispuesto a aprender y a imitar todo lo que se le ofrece. Trabajar con una finalidad concreta le resulta interesante. En esta etapa encontramos el precursor de una cualidad importante en el mundo adulto, que es saber ponerse metas y utilizar todos los recursos para alcanzarlas.
edad escolar la lucha será entre industria vs. inferioridad. En este momento el niño aprende a ser un futuro trabajador y proveedor. Aprende a obtener reconocimiento a través de la producción de cosas. Descubre el placer de completar un trabajo mediante la actitud atenta y perseverante.
adolescencia , edad de identidad vs. confusión de rol ( o de identidad) se conquistan las virtudes de fidelidad y devoción y es la más tormentosa de las crisis del crecimiento, también llamada "crisis de identidad". Son tan impresionantes los cambios físicos y mentales, que todas las seguridades anteriores conquistadas se ponen en duda.
Juventud o edad del adulto joven es la edad de la identidad vs. el aislamiento. Afiliación y amor son las virtudes que se requieren en esta etapa. Los jóvenes que surgen de la búsqueda adolescente de un sentimiento de identidad, pueden estar ansiosos y dispuestos a fusionar sus identidades en la intimidad mutua y a compartirla con individuos que en el trabajo, la sexualidad y la amistad, prometen resultar complementarios. Es la etapa en que el ser humano toma las decisiones más fundamentales de la vida (estado, carrera, trabajo, etc.). La evitación de esas decisiones y experiencia, debido al temor de pérdida del yo, puede conducir al aislamiento y a una consiguiente auto absorción.
Adultez o edad madura : la lucha es entre generatividad vs. estancamiento. Y las virtudes resultantes son cuidado y solicitud. El hombre maduro necesita sentirse solicitado. Así como es importante la dependencia de los hijos respecto a los padres, no menos importante es la de los padres respecto de los hijos. La generatividad es, en esencia, la preocupación por establecer y guiar a una nueva generación. El concepto de generatividad incluye sinónimos tales como productividad y creatividad, que no pueden reemplazarlo. La generatividad constituye una etapa esencial en el desarrollo psicosexual y psicosocial. La capacidad de perderse en el encuentro profundo con otro ser lleva a una expansión gradual del yo incluyendo cada vez más personas o grupos de personas, en un círculo de identificación y amor.
La vejez Caracteriza a esta etapa la oposición entre la integridad del yo vs. la desesperación. Sólo el individuo que de alguna manera ha cuidado de cosas y de personas, y se ha adaptado a los triunfos y desilusiones inherentes al hecho de ser generador de productos e ideas, puede ma-durar gradualmente el producto de estas siete etapas.
El envejecimiento es un proceso natural, gradual, de cambios y transformaciones a nivel biológico, psicológico y social que se estructura en torno al tiempo. y en el mejor de los casos este proceso nos alcanzara a todos
Envejecer es todavía al único medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo. entonces envejecer no es tan malo cuando se piensa en la alternativa.
la etapa del adulto mayor es una especial en que convergen las múltiples experiencias y la inocencia propia que adquieren y a esto debemos sumarle el factor tiempo en esta los días se vuelven horas
“No me siento viejo porque tenga tantos años tras de mí, sino por los pocos que tengo por delante”
el Adulto Mayor y al Anciano, tiene la necesidad de familiarizarse con la idea de la propia muerte. aunque la muerte es una conviccion que tenemos y es lo unico de lo que estamos seguroa despues que nacemos pero en esta etapa de la vida esta posibilidad ya se ve mas inminente y si no se ha asumido bien puede ser fustrante la cercania de esta.
ahora nos adentraremos en lo que lamentablemente como sociedad le estamos haciendo a nuestros ancianos en esta sociedad que todo urgente y rapido no damos paso a lo importante, donde estamos tan preocupados de ser exitosos y no de ser felicez que no damos paso a reflexionar sobre lo precioso de la vida pequeñas cosas simples que hacen la diferencia. disfrutemos de nuestros adultos mayores quienes tienen mucho que entregar a la sociedad. una de las cosas mas bellas de este mundo es ver la sonrisa de un anciano un rostro esculpido por el paso del tiempo y miles de batallas que reflejan la transparencia que solo encontramos en un niño.
La muerte está tan segura de alcanzarnos que nos deja toda una vida de ventaja.
Maltrato hacia los ancianos
Oye hijo mío, y recibe mis razones, y se te multiplicarán años a tu vida.
Proverbios. 4: 10
El temor de Jehová, aumentará los días, más los años de los impíos, serán acortados.
Proverbios. 10: 27
Honra a tu padre y a tu madre, para que te vaya bien, y seas de larga vida.
Efesios. 6: 2-3